Costa Brava Norte (l’Estartit) (7 días - 60 mn)

Embarcamos en el puerto de l’Estartit, un pueblo costero perteneciente al municipio de Torroella de Montgrí que desde hace unos años se ha convertido en uno de los destinos más preciados en el mundo del submarinismo gracias a su proximidad a las Islas Medas (Illes Medes), situadas a una milla de la costa. El archipiélago, declarado reserva natural, está formado por siete islotes con fondos rocosos y cuevas submarinas que lo convierten en un espacio perfecto para la practica del submarinismo y el snorkeling. Nada más salir del puerto con nuestro velero o catamarán de alquiler dejaremos las islas Medas a nuestra derecha y nos dirigiremos hacia la costa del Montgrí, una de las más abruptas y vírgenes de la Costa Brava, donde encontraremos pequeñas y preciosas calas de difícil acceso a pie, como cala Ferriol, cala Pedrosa o cala Calella. Todas ellas son también lugares idóneos para la práctica del snorkeling.

La cala Montgó es la más grande que hay en este tramo salvaje de la Costa Brava y a pesar de estar muy próxima al núcleo de l’Escala, pertenece administrativamente al municipio de Torroella de Montgrí. Es una de las calas preferidas por los que navegan en velero para fondear. A diferencia de en las otras calas más pequeñas, donde predominan los guijarros, en cala Montgó encontraremos una arena muy fina. A pie de playa hay varios restaurantes donde comer paella o pescado y se puede ir caminando hasta el puerto de l’Escala o subir hasta la Torre de Montgó.

Descubrir cala Montjoi en yate (o en cualquier otro tipo de barco) es un auténtico privilegio. Aunque cueste creerlo, esta pequeña y apacible cala, situada en pleno Parque Natural del Cap de Creus, ha sido durante varios años el centro de la cocina de vanguardia a nivel mundial. No en vano aquí se encuentra El Bulli, el restaurante de Ferrán Adriá, que cerró sus puertas en julio de 2011 para reconvertirse en el Bulli Foundation, una fundación dedicada a la investigación en creación y innovación de la ciencia gastronómica. Puede que este bello rincón de la Costa Brava haya dejado de ser la meca de los gastrónomos, pero sigue siendo un lugar ideal donde pasar un buen día de descanso disfrutando del mar y del paisaje.

La costa del Cap de Creus tiene muchas calas donde fondear nuestro barco de alquiler, lugares solitarios de enorme belleza donde podremos descubrir el auténtico significado de la palabra tranquilidad. Pero ofrece también lugares tan pintorescos como Cadaqués, que ha conservado todo el encanto de un pueblo marinero gracias al aislamiento que sus habitantes vivieron hasta las postrimerías del siglo XIX. En sus estrechas y empinadas callejuelas encontrareis pequeñas tiendas de souvenirs y acogedores restaurantes. Recomendamos especialmente Casa Anita, donde podréis degustar pescado fresco de primera calidad, sardinas y gambas a la plancha. A principios del siglo XX se enamoraron de Cadaqués artistas como Pablo Picasso, Henri Matisse y Gabriel García Márquez aunque fue el pintor Salvador Dalí quién le dio fama internacional al instalarse en Port Lligat, una cala cercana al núcleo del pueblo. Su casa es hoy un museo que puede visitarse, aunque es aconsejable reservar la visita con antelación.

La siguiente localidad para navegantes es El Port de la Selva, un pequeño pueblo pescador situado en una bahía redonda con vistas a la sierra de Rodes, donde se alza un impresionante monasterio benedictino del siglo X, abierto al público. A la derecha de la bahía sobresale el faro, al cual se puede acceder desde el pueblo paseando por un camino de ronda que sigue el perfil de la costa. Si amarramos nuestro velero en el puerto de el Port de la Selva, nada más poner un pie en tierra tendremos frente a nosotros diversos restaurantes especializados en pescado y mariscos. ¡Se os hará la boca agua con solo leer la carta!

De vuelta hacia L’Estartit nos detendremos en Roses, una localidad con 3.000 años de historia situada en el centro de la bahía del mismo nombre. Se trata de un gran centro turístico -con urbanizaciones, hoteles y otros equipamientos- y un lugar con infinitas posibilidades de entretenimiento y ocio. Podremos amarrar nuestro barco de alquiler en su moderno y equipado puerto deportivo, que da servicio a 485 embarcaciones. La especialidad estrella de la gastronomía local es el suquet de pescado, un plato tradicional de pescadores basado en la combinación de pescado fresco y patatas que con el tiempo se ha ido enriqueciendo con la incorporación de productos típicamente mediterráneos. El suquet se puede degustar en los restaurantes de Roses todo el año, acompañado de una amplia muestra de vinos con D.O. Empordà.

Tras siete días de navegar en barco por la Costa Brava Norte volvemos a la Marina L’Estartit, uno de los puertos más seguros y tranquilos de la zona. Es el momento de descubrir un poco más de cerca las islas Medas (Illes Medes), respetando, eso sí, la normativa del Área Protegida de la reserva marina, que restringe los lugares donde está permitido fondear y practicar el submarinismo. Un hermoso escenario para rematar tus vacaciones náuticas.

*La ruta indicada es sólo orientativa, cualquier error en el contenido, no será motivo de reclamación. Si quiere visitar otros lugares, la ruta puede ser modificada en función de sus preferencias. En caso de alquilar una embarcación con patrón, éste podrá decidir cambios en el itinerario previsto por causas imprevistas y/o ajenas a la organización