Aquí comienza nuestro viaje náutico por Croacia, en el corazón administrativo de la hermosa península de Istria: Pula. Vinculada al mar desde sus orígenes, esta localidad croata ha ido creciendo alrededor de la industria de la construcción de barcos, la pesca tradicional y, en los últimos tiempos, el turismo de alto nivel. La elevada calidad de sus servicios unida a la incomparable belleza de su costa prácticamente virgen la han convertido en un destino singular e indispensable en todo viaje por Croacia. Esta primera parada nos permitirá saborear alguno de los mejores vinos y pescados de la península de Istria, en uno de los pintorescos restaurantes que salpican su centro, a un paso del puerto. Pagaremos en Kunas y es posible que los lugareños nos agasajen con alguna de sus canciones tradicionales de amor, humor y optimismo: las kaplas. Después, nos bastará con dar un paseo por sus callejuelas para embarcar por la tarde en nuestro barco de alquiler (yate, catamarán o velero) y cubrir las primeras millas de nuestras vacaciones náuticas en Croacia, dirección Pomer, en la bahía de Medulin.

Amanecemos en este segundo día en la excepcional marina de Pomer, la zona más protegida de la bahía de Medulin, de aguas turquesa impecables y unas maravillosas vistas a uno de los parques naturales más emblemáticos de Istria, en la península de Premantura: Gornji Kamenjak y Donji Kamenjak. En Pomer podremos disfrutar de un tranquilo fondeo con uno de los mejores servicios náuticos de Croacia y, con el dingui, podemos tomar el sol en las principales playas de la zona: enmarcadas en frescos pinares y salpicadas con pequeños guijarros, son playas ideales para niños o para practicar esnórquel con total tranquilidad. Desde nuestro barco de alquiler, contemplaremos las pequeñas islas que conforman el archipiélago de Medulin. En nuestra parada, disfrutaremos de las delicias de esta zona de olivos y viñedos, saboreando un buen pescado al grill y reponiendo fuerzas para continuar con la travesía hacia la bahía de Kvarner.

Después de una de las etapas más largas de la ruta, entramos en el corazón de la bahía de Kvarner admirando sus paisajes salvajes, su casas señoriales y su vegetación todavía intacta a pesar del turismo que existe en esta emblemática localidad croata, conocida en italiano con el nombre de Porto Albona y denominada comúnmente la perla de Kvarner. Ubicada al sureste de la encantadora Labin, Rabac nos abre las puertas de su puerto pesquero, protegido por hermosos y vertiginosos acantilados. Escalada, buceo, ciclismo, paseos a caballo, senderismo… Rabac nos ofrece un mar de posibilidades de entretenimiento. Y, a un paso, en lo alto, la antigua ciudad minera de Labin os invita a adentrarnos en su ambiente cosmopolita, en sus calles llenas de galerías y estudios de arte, centros culturales o disfrutando de la música en alguno de los muchos festivales que se organizan en este lugar, sobre todo durante el verano.

Sin salir de la bahía de Kvarner, continuando por la costa hacia el interior de Croacia, encontramos la localidad de Opatitja, con sus majestuosas mansiones y edificios señoriales, herencia de los nobles austrohúngaros que, en su día, tuvieron en este lugar su residencia de invierno. Esa elegancia y categoría se ha trasladado a todo el espíritu de esta ciudad, llamada por muchos la Monte Carlo croata, ya que es un destino de vacaciones de lujo, frecuentado por los mejores yates del Mediterráneo y el Adriático. Descansaremos con nuestro barco en una de las marinas más lujosas del adriático, en las que disfrutar de todos los caprichos que queramos imaginar. Aprovechemos nuestra parada para vestirnos con elegancia y salgamos a conocer su paseo marítimo, ese maravilloso Lungo Mare lleno de bares y restaurantes de primer nivel. En todos ellos, podremos degustar delicados vinos, mariscos y, de forma especial, el cangrejo, alimento muy apreciado en la zona. Para los amantes de la naturaleza, una excursión a la montaña Ucka puede ser una aventura inolvidable. Otra experiencia imprescindible es pasar luego la velada en tierra, en alguna de las terrazas del Lungo Mare, saboreando una copa a la luz de la luna y disfrutando de la quietud de este puerto de lujo. Dependiendo de la época del año, Opatitja nos reserva sorpresas muy diversas: festivales de jazz, semana del bridge…

Navegamos desde Opatitja entre las islas de Cres y Krk, unas de las más bellas y grandes en tamaño de todo el Adriático, y recalamos en la singular localidad de Punat. Este pequeño pueblo de gente hospitalaria y abierta destaca por su entretenido ambiente local y por la isla que esconde en su bahía: la Isla de Kolsjun. Ubicada al suroeste de la isla de Krka, casi tocando a Cres, este curioso municipio croata nos ofrece vivir la auténtica esencia de la costa adriática: callejuelas entrelazadas, pasajes escondidos, una costa virgen, hermosas playas de guijarros, bares y tabernas típicas… Es un lugar perfecto para degustar platos autóctonos y mezclarse en sus rutinas, descubrir alguna de las bellas exposiciones de pintura y disfrutar con la música tradicional y el folclore propio de la isla de Krka antes de partir hacia la isla vecina, la mayor de todas: Cres.

Nuestro viaje nos lleva hasta Cres, larga y salpicada de pinos mediterráneos, es una de las islas más septentrionales del golfo de Carnaro, conectada por un puente con su vecina Mali Losinj, también conocida como Lussino. Cuenta con hermosos pueblos de costa como el propio Cres o Martinscica y pequeñas regiones de interior como Hrasta, Belej, Loze y Drakovac. Una de las visitas ineludibles en nuestra ruta es el espectacular lago Vransko, escondido en el centro de la isla y que nutre de agua a toda Cres. El senderismo es uno de los deportes más practicados por los residentes y visitantes de esta isla ya que cuenta con rutas muy variadas, con diversos niveles de exigencia que harán las delicias de los más deportistas. Además, desde algunas de ellas, se pueden contemplar espectaculares paisajes. Con nuestro yate de alquiler podremos disfrutar también de sus calas vírgenes, a las que no se puede llegar por tierra: verdaderos paraísos de relax y belleza natural.

Seguimos hacia el sur, navegando por la costa de Mali Losinj, una pequeña isla que antiguamente formaba parte de Cres y que se une a ésta en la localidad de Osor. Una visita obligada es Nerezine, una bonita marina del condado de Primorje Gorski Kotar: llena de encanto, bares típicos y una vibrante actividad, sobre todo en verano. La estampa es perfecta para llenar cientos de carretes fotográficos: Pequeñas casas al borde del mar, rodeadas por los bosques típicos croatas, con pinos color verde intenso que contrastan con el azul del mar... Lo mejor es aprovechar el privilegio de tener un yate o velero de alquiler para disfrutar de esas vistas desde el agua y llevarse un recuerdo único de vuelta a Pula. Allí, en la cuna de Istria, amarraremos para poner fin a nuestro viaje náutico de 7 días por la costa norte de Croacia. Una experiencia única que, seguro, estaréis deseando repetir.