Split es una de las ciudades que más impresiona al viajero que visita Croacia. No solo por su gran patrimonio histórico -el centro histórico fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1979- sino también por la animación que se vive en sus calles a todas horas, y muy especialmente en la zona portuaria. Y es aquí, en el puerto de Split, donde iniciaremos nuestra particular aventura náutica. Si hemos alquilado un barco con tripulación lo haremos acompañados de un equipo de profesionales que se ocuparán de todo una vez estemos a bordo para que nosotros solo tengamos que relajarnos y maravillarnos con la belleza de las islas del Adriático. Si tienes titulación y puedes llevar el barco tu mismo, solo tendrás que hacer el check-in y salir a navegar.

Nuestra primera etapa de navegación en velero, yate, goleta o catamarán nos llevará hasta Milna, una población típicamente pesquera situada en una profunda bahía del mismo nombre, en la isla de Brac. Esta isla es conocida por sus hermosas y tranquilas playas, entre las cuales destaca especialmente la curiosa Zlatni Rat, llamada también el Cuerno de Oro a causa de su extraña forma, que cambia según las mareas. Son famosas también sus minas de piedra, de las cuales salieron la piedra con la que se construyó el Palacio de Diocleciano en Split o la Casa Blanca en Washington.

La isla de Vis es una tierra de pescadores y gente de mar donde todavía no han llegado ni las multitudes ni los grandes complejos hoteleros. Un auténtico paraíso del relax y la calma con playas de grava natural, aguas limpísimas y espectaculares cuevas submarinas, aunque para ver la más famosa, la Cueva Azul (Modra Spilja) tendremos que acercarnos hasta la vecina isla de Bisevo. Lo ideal es hacerlo cerca del mediodía, con el mar en calma, ya que es el momento en que los rayos del sol se reflejan en el fondo marino de las rocas blancas tiñendo el interior de la cueva de un azul iridiscente que nos dejará boquiabiertos. La obertura natural de la cueva es de sólo 1 metro y medio de alto por menos de 2 de ancho por lo que deberemos entrar con la barca auxiliar de nuestro barco de alquiler.

Camino de la isla de Hvar podrás disfrutar de tu desayuno mientras escuchas el sonido calmante del corte de las olas, leer la novela que te tiene atrapado o tomar el sol. A la hora de comer fondearemos ante la costa de la isla de Scedro para que puedas nadar, bucear o practicar algún deporte náutico y abrir un poco el apetito. El cocinero de a bordo se encargará de la comida para que todo esté a punto cuando salgas del agua. Por la tarde, el patrón amarrará el yate de alquiler (o el tipo de barco que hayas elegido para tus vacaciones) en el puerto de Hvar, en una tranquila bahía. Nuestra tripulación te llevará a visitar esta hermosa ciudad, famosa por su turismo de élite y el gran ambiente nocturno. Después de cenar alguna de las delicias de la cocina croata podemos tomar una copa en club Carpe Diem, uno de los más populares destinos de la vida nocturna de la costa.

Antes de entrar en el puerto de Korcula fondearemos el velero o catamarán de alquiler durante unas horas frente a la pequeña isla de Badija, en el centro del archipiélago de Korcula, para disfrutar de la natación y el almuerzo en el espectacular escenario de un racimo de bellas islas. Al caer la tarde llegaremos al puerto deportivo de Korkula, una de las ciudades más animadas de la costa croata. Korcula ofrece al visitante un casco histórico muy bien conservado en el que sobresale la antigua fortaleza veneciana, alrededor de la cual se concentra una amplia oferta de restaurantes donde podremos degustar pescados y pastas regados con vino blanco elaborado en la isla mientras disfrutamos de las vistas sobre el puerto.

Después de cinco días navegando en goleta de isla en isla volvemos al continente, en concreto al pequeño pueblo de Ston, situado en la península de Peljesac, a unes 60 kilómetros de Dubrovnik. Te impresionarán sus murallas de 5,5 km, las más largas de Europa, construidas en 1333, cuando Ston pertenecía a la República de Dubrovnik y era un importantísimo productor de sal. Aún hoy existen salinas en los alrededores del pueblo desde las cuales puedes disfrutar de un atardecer espectacular. Ston está considerado como el lugar donde se come el mejor pescado y las mejores ostras de Croacia y son varios los restaurantes donde se puede comprobar que es una fama bien merecida.

¿A que parece increíble que ya haya pasado una semana? Cuando se navega en velero o catamarán se pierde la noción del tiempo, ¿verdad? Pero sí, ya hemos llegado al final de nuestro itinerario y ante nuestros ojos aparece Dubrovnik, una de las más atractivas y famosas ciudades del Mediterráneo. Conocida com la Perla del Adriático, la ciudad está rodeada de murallas de piedra blanca que mueren en el mar y por las cuales se puede pasear, recorriendo el casco antiguo por completo desde lo alto, con unas vistas impresionantes. Seguro que unas pocas horas en Dubrovnik te sabrán a muy poco por lo que te sugerimos que, después desembarcar, permanezcas unos días más en la ciudad y aproveches para hacer excursiones por los alrededores. No puede haber mejor final para unas vacaciones de ensueño.
*La ruta indicada es sólo orientativa, cualquier error en el contenido, no será motivo de reclamación. Si quiere visitar otros lugares, la ruta puede ser modificada en función de sus preferencias. En caso de alquilar una embarcación con patrón, éste podrá decidir cambios en el itinerario previsto por causas imprevistas y/o ajenas a la organización