Barcos de alquiler fondeados en el mar del Caribe
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Calas secretas de la Costa Brava: Un paraíso escondido

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Uno de los destinos más deseados por los propietarios de barcos son las playas y calas más secretas y escondidas. Lugares paradisíacos que permiten disfrutar de la tranquilidad del mar, el sonido de la naturaleza y los paisajes, en algunos casos, casi vírgenes. Las calas secretas de la Costa Brava en España son un claro ejemplo de lo que estamos hablando.

Uno de los destinos más deseados por los propietarios de barcos son las playas y calas más secretas y escondidas. Lugares paradisíacos que permiten disfrutar de la tranquilidad del mar, el sonido de la naturaleza y los paisajes, en algunos casos, casi vírgenes. Las calas secretas de la Costa Brava en España son un claro ejemplo de lo que estamos hablando.

 

La Costa Brava es la zona costera que recorre el este y noroeste español desde la localidad de Blanes hasta Portbou, frontera entre Cataluña y Francia. Con una extensión de más de 200 kilómetros, incluye las comarcas del Alto Ampurdán, el Bajo Ampurdán y La Selva con toda una oferta turística envidiable tanto en tierra como en mar.

 

Por eso, los amantes de la navegación interesados en recorrerla pueden alquilar un barco en la Costa Brava y navegar por sus aguas, llegando a las calas escondidas y poco visitadas que tiene. Pero, ¿cuáles son en concreto, dónde están ubicadas, cómo son sus paisajes y características, y qué podemos hacer en ellas?

 

Veámoslo, no sin antes recordar que una cala es un accidente geográfico en el que se produce en la tierra una entrada de agua circular, o de forma redondeada, con una boca estrecha. Es decir, es un paisaje costero más pequeño e íntimo que una playa.

 

5 calas secretas en la Costa Brava

 

En este artículo vamos a describirlas para ponértelo fácil de cara a tus próximos días libres o de vacaciones. Toma nota y no olvides, cuando disfrutes del mar en ellas, de recoger lo mejor del viaje en tu cuaderno de bitácora personal. Y, sobre todo, recuerda la necesidad de ser cuidados y respetuosos con el medio ambiente.

 

En cualquier viaje, los turistas y viajeros debemos respetar la zona en la que estamos, sea en ciudad, campo, mar o montaña. Las calas y las playas, por su presencia junto al mar, nos obliga a extremar aún más las precauciones para no contaminar las aguas ni estas calas secretas de la Costa Brava. Así, otros disfrutarán tanto como nosotros.

 

Cala Sa Forcanera: Blanes

Cala secreta Sa Forcanera en Blanes, Costa Brava

 

El viaje lo podemos comenzar en el sur de la Costa Brava para finalizar en el norte. Por eso, la primera cala a la que nos vamos a referir es la Cala Sa Forcanera, que está a pocos kilómetros de Blanes.

 

Al contrario de lo que sucede con otras calas que vamos a escribir, a la Cala Sa Forcanera solo se puede acceder en barco, desde el mar. Lo cual supone que, como el acceso está restringido por tierra, haya poca gente que la visite, lo que sí pueden hacer los turistas es verla desde el mirador del Jardín Botánico Mar i Mutra, en Blanes.

 

Su extensión es pequeña y está rodeada de acantilados, por lo que casi es más probable ver más barcos fondeados o navegando por la costa de aguas verdes que en la propia arena. La frondosidad de la costa y la naturaleza hacen que las vistas sean precisas desde la embarcación.

 

Cala Pola: Tossa de Mar

Cala secreta Pola en Tossa de Mar

 

Seguimos la brújula para que nos guíe hacia la segunda escala del viaje marítimo: la Cala Pola, situada entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols.

 

Esta cala permite disfrutarla de dos maneras: la primera, en nuestra embarcación en las aguas del Mediterráneo; la segunda, haciendo una excusión a pie por la costa a través de los bosques de pinos y encinas de la zona.

 

De hecho, al acceder a ella por ellos, nos aseguramos visitar un lugar paradisíaco, tranquilo y poco masificado.

 

Cala Estreta: Palamós

Cala secreta Estreta Palamos

 

La segunda parada en el viaje es la cala Estreta, que está en Palamós. A este lugar se llega tras una caminata de unos 20 minutos si se llega por tierra desde la Playa de Es Castell. La otra opción para los amantes de la navegación (muchos van a salones náuticos, como el que se celebra en Barcelona en octubre).

 

Esta cala tiene una extensión de unos cien metros y su forma es de media luna. Es un lugar íntimo con paisaje que combina la arena de la playa con las rocas, por lo que hay que tener precaución a la hora de bañarse si se sale del barco. Y, como en cualquiera de estas calas escondidas de la Costa Brava, mirar la previsión del tiempo para ir cuando no haga ni lluvia ni viento para ir más seguros y preparados para pasar unas horas.

 

En la Cala Estreta, el viajero se encontrará una antigua barraca de pescadores, que son típicas de la Costa Brava. Las barracas son construcciones comunitarias edificadas bien por cofradías, bien por municipios. Sus funciones eran varias, como almacenes para guardar las barcas, las redes o los aparejos de pesca.

 

Cala Jugadora: Cap de Creus – Cadaqués

Cala secreta Jugadora Cap de Creus, Cadaques

 

 

La penúltima parada la hacemos en la Cala Jugadora, en el Cap de Creus (Cabo de Creus), en Cadaqués. Muy cerca de aquí visitaremos después la cala Culip. Una característica de esta zona es la presencia de acantilados y también de rocas por la zona costera.

 

En la Cala Jugadora (son dos calas gemelas, en realidad), además de navegar en barco de manera tranquila cuando no sopla el viento de Tramuntana, también se pueden practicar deportes como el buceo (recuerda llevar la ropa y material necesarios para practicarlo de forma segura) o el paddle surf.

 

Los más atrevidos pueden aprovechar y bajar del barco para hacer nudismo en la cala, que tiene una extensión de unos 15 metros. Si tienes pensado pasar unas horas –llegando por tierra, además, desde el Faro del Cabo-, recuerda llevar comida y bebida, así como protector solar.

 

Cala Culip: Cap de Creus – Cadaqués

Cala Culip secreta en Cap de Creus, Cadaques

 

Concluimos el viaje en la Cala Culip, ubicada a unos 8 kilómetros de Cadaqués, ya muy cerca de la frontera con Francia. Está en el Cabo de Creus y sus pequeñas dimensiones la hacen perfecta para viajar en ella en una embarcación privada o con patrón y aprovechar el relax y la paz del paisaje.

 

El acceso por tierra no es complicado, pero como suele ocurrir con todas las calas, hay que hacerlo a pie en el tramo final, en este caso después de dejar la carretera que conecta Cadaqués con el Cabo de Creus.

 

Una vez allí, te puedes bañar o también puedes practicar esnórquel: buceo, pero en la superficie del agua en lugar de bajar a mucha profundidad. Lo más recomendable es llevar comida y bebida propias, equipamiento apropiado de snorkel si vas a practicarlo y la crema solar si hace sol para evitar quemaduras e insolaciones, consejo útil para cualquier playa o cala.

 

Así pues, ¿qué te parece la idea de alquilar una embarcación o navegar con la tuya por estas calas secretas de la Costa Brava y todas las demás que te vas a encontrar en esta zona?

 

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